Roger Waters en el Olimpo de los Dioses: Crónica del Wizink Center de Madrid
Mi tercera gira de Roger Waters: la primera «The Wall» en 2011 fue apoteósica, construyendo un Muro en directo para derribarlo de golpe después, la segunda «Us+Them Tour» en 2018 y está última «This is Not a Drill», Gira de Despedida que voy a interpretar únicamente como despedida de grandes giras internacionales.
En las tres ha venido siempre a Madrid y Barcelona, dos fechas en cada ciudad.
La crónica que remito corresponde a la del viernes 24 de Marzo en el Wizink Center, el antiguo Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid, aforo completo ambos días.
Entramos con tranquilidad, faltaría media hora para el comienzo, no vimos aglomeraciones. Bajamos a pista que estaba dividida en dos por un enorme escenario en forma de cruz, nos posicionamos sin problema pero no sabíamos cuál sería el lugar idóneo, al ser un escenario 360° no podíamos adivinar por donde iba a desarrollarse la acción principal ni por dónde iban a dirigirse sus desplazamientos.
La verdad es que acertamos de pleno, nos situamos muy cerca de un cuadrante y a esperar. A las nueve menos cinco nos anuncian que faltan quince minutos para que dé comienzo el espectáculo, nos lo repiten un par de veces más y avisan con firmeza que si solo eres fan de Pink Floyd y no quieres oír mensajes políticos que te… «Fuck» y te invitan a ir a la barra del bar. A las 21:10h empiezan a sonar los acordes de uno de los temas más emblemáticos de Pink Floyd, uno de mis favoritos, «Comfortably numb», apenas hay luz, estamos en el cuadrante adecuado, un guitarrista y una corista ejecutan la pieza, ésta suena diferente a la que todos recordamos, se han suprimido los solos de guitarra de David Gilmour. El subidón es sobrecogedor, el arranque no ha podido ser mejor. Se elevan las majestuosas estructuras donde están ubicadas las pantallas gigantes dejando libre el hueco justo para ver a los componentes de la banda. Se establecen cuatro espacios, cuatro mini-escenarios en los cuales se irán desplazando los músicos y un pasillo central por el cual recorrerá Waters en varias ocasiones. Aclarar de antemano que estoy en contra de los escenarios 360° y aunque tenga que reconocer que Waters sale aireoso, resaltar que no me parece justo que el público pase largos períodos de tiempo sin ver al artista principal, cuando Roger se sentaba al piano costaba divisarle independientemente de donde estuvieras ubicado. El primer bloque del concierto estuvo dedicado al doble álbum «The Wall» (1979), el disco doble más vendido de la Historia y uno de los LP’s más vendidos de todos los tiempos con unas ventas estimadas de 33 millones de copias, nominado al Grammy de Mejor Álbum. A «Comfortably Numb», le siguió «The Happiest Days Of Our Lives» y «Another Brick in The Wall parte 2 y parte 3». La parte 2 es el tema más popular y conocido de Pink Floyd. El Pabellón estaba vibrando al rojo vivo. A continuación vino un pequeño bajón originado por tres temas en solitario de Roger Waters, «The Powers that be» del disco «Radio K.A.O.S. de 1987, «The Bravery of Being out of Range» de «A mussed to Death» de 1992 y el único tema nuevo de esta gira «The Bar».
«Have a cigar» dio paso a un nuevo bloque, en este caso al álbum «Wish you were here» (1975), mi favorito de la banda. El tema que da título al disco fue una de las cumbres de la noche. La presencia de Syd Barrett resplandecía por todo el recinto. «Shine on you Crazy Diamond» nos envolvió en una aureola íntima, pero solo se interpretaron sus partes finales; a mí las que más me conmueven son las iniciales, aquellas en las que Jesús Quintero nos hizo deleitar durante años en las ondas con su enigmático «El loco de la colina» y aquí la dejaron fuera del repertorio, una verdadera lástima.
De repente, una oveja voladora gigante sobrevuela nuestras cabezas al compás de «Sheep», el único pasaje sonoro del «Animals» (1977)
Fin de la 1° parte.
Tras veinte minutos de obligado descanso, Roger Waters sale ataviado con un chaquetón largo de cuero negro emulando al líder dictador de la película «The Wall» en una crítica feroz al fascismo. En las pantallas se ven las imágenes de los martillos desfilando del film de Alan Parker. En el pasillo central interpreta «In The Flesh» a escasos metros de mí, custodiado por dos rudos soldados uniformados y con metralleta en mano. Al finalizar el tema Waters dispara su arma contra la multitud. «Run Like Hell», otro corte de la Ópera Rock «The Wall» da paso a dos temas de su último trabajo en solitario «Is This The Life We Really Want?» de 2017, «Deja Vu» y el que da nombre al disco.
Da comienzo otro bloque aún mas legendario, nada más ni nada menos que el correspondiente a «The Dark Side Of The Moon» (1973), con unas ventas estimadas en 50 millones de copias, el álbum de Rock más vendido de la Historia, el segundo en el ranking general, únicamente superado por el «Thriller» de Michael Jackson.
Medio elepé seguido sonó para el deleite de los allí presentes. El sonido de la caja registradora daba entrada a «Money», una de las composiciones más reconocidas y prestigiosas de la banda inglesa. «Us And Them», «Any Color You Like» y «Brain Damage» ayudaron a crear un clímax ensordecedor. Para el cierre de este bloque se eligió «Eclipse», un prisma de láseres verdes bordearon toda la estructura central. Durante esta segunda parte sobrevoló lentamente un cerdo gigante. En las pantallas se pudo leer con suma claridad «Fuck The antisemitics», Waters había sufrido cancelaciones recientes en Alemania y Polonia por antisemita.
La jornada iba llegando a su fin y contra todo pronóstico suena «Two Suns In The Sunset», un tema de «The Final Cut» (1983), disco al que no le guardo gran simpatía, el último de Pink Floyd con Roger Waters, que no deja de ser un trabajo en solitario de éste. Seguido le llegó el turno al reprise de «The Bar» con toda la banda alrededor del piano brindando con chupitos para todos nosotros.
El último perdigón fue «Outside The Wall», vuelta al doble disco conceptual, no es una de sus canciones más representativas pero la forma de interpretarla si fue realmente emotiva saliendo toda la troupe por el pasillo principal camino a los camerinos. No hubo bis o este ya estaba integrado.
Roger Waters de 79 años se multiplicó con creces, mostró una excelente forma física, tocó el bajo, la guitarra y el piano, se explayó a gusto hablando de Política, de temáticas sociales y defensa de los derechos humanos. Estuvo secundado por una extraordinaria banda, destacar al guitarrista Dave Kilminster, mención aparte para el saxo de Seamus Blake. La presencia y la voz de las dos jóvenes coristas enriquecieron el resultado final.
Me consta que algunos echaron en falta imágenes de David Gilmour en las pantallas de video. En serio? De verdad lo creían realmente? A mi ni se me pasó por la mente.
No soy partidario de la regrabación del mítico disco «The Dark Side Of The Moon» en su 50° Aniversario por parte de Roger Waters obviando a sus ex-compañeros de Pink Floyd. No le veo ningún sentido.
La actuación dio comienzo a las 21:10h (con 10 minutos de demora) y concluyó a las 23:50h incluido un descanso de veinte minutos comprendido entre las 22:15h y 22:35h.
Temas icónicos en la Historia del Rock como «Comfortably Numb», «Wish You Were Here», «Money» y «Another Brick in The Wall parte II» sonaron en un mismo concierto.
(Post: Iñaki Gallardo)