Crónica de La Perra Blanco en el Kafe Antzokia de Bilbao
El viernes por la noche, el escenario del Kafe Antzokia de Bilbao se llenó de arte, carisma y puro rock and roll, o rockabilly ,con La Perra Blanco, la joven artista gaditana de La Línea de la Concepción. En el marco del Negufest (ver crónica de Maika Makovski en el Kafe Antzokia de Bilbao), con entradas agotadas y un ligero retraso de siete minutos, el espectáculo arrancó cargado de energía y emociones.
A pesar de los contratiempos de última hora, como la ausencia de su pianista habitual, Gerart Vercher, debido a una emergencia familiar, y los problemas de salud de la propia Alba Blanco, quien confesó estar tomando corticoides para poder cantar, la artista no se dejó amedrentar. Con valentía y profesionalidad, reunió a dos músicos adicionales en tiempo récord: un pianista y un saxofonista, que se sumaron al sólido equipo compuesto por el contrabajista Guillermo González y el baterista Jesús López.
El espectáculo comenzó con fuerza, abriendo con “Es divertido pero no es correcto” de su primer álbum. La Perra Blanco conectó desde el primer momento con el público, presentando cada tema con humor y cercanía, fiel a su esencia gaditana. Entre sus anécdotas, destacó una sobre la inspiración de “Qué c**** te pasa”, un tema sobre una relación que no llegó a entender del todo.
A lo largo de la noche, la artista mostró su versatilidad al interpretar temas en inglés, presentando canciones cargadas de historias personales. Uno de los momentos más memorables fue cuando dedicó la canción “Esto no es para ti”, recordando un episodio de enfado con un amigo que inspiró su letra.
El repertorio estuvo lleno de éxitos de su discografía, incluyendo “Rock me baby”, una de sus favoritas, y piezas inéditas como la que compuso mientras veía una película sobre Bessie Smith, su ídolo. La Perra Blanco también recordó sus inicios, como cuando trabajaba en una oficina de cambio de divisas y componía canciones en un pequeño cuartucho junto a la caja fuerte, entre ellas, “Tengo un nuevo amante, tengo un nuevo señor”.
La artista no solo brilló con su guitarra y su voz, sino también con su humor y sinceridad, compartiendo con el público los altibajos de los días previos al concierto. Incluso bromeó sobre estar «premenstrual», arrancando risas entre los asistentes.
El cierre del concierto fue apoteósico, con canciones cargadas de ritmo y energía, donde el estilo rockabilly de La Perra Blanco, con reminiscencias de Elvis Presley, hizo vibrar al Kafe Antzokia. Cada miembro de su banda tuvo su momento de lucimiento, demostrando un nivel musical excepcional pese a las limitaciones de tiempo para ensayar.
La Perra Blanco dejó claro por qué está conquistando los escenarios con su música que, aunque parece venir de décadas pasadas, suena completamente actual. Con su carisma desbordante, su vitalidad y su capacidad para conectar con el público, se despidió con una ovación que resonó por todo Bilbao.
Una noche mágica, llena de rock and roll, humor y emociones, que demostró que el arte de La Línea de la Concepción sigue dejando huella donde va. Sin duda, La Perra Blanco ha venido para quedarse.
(Fdo: David Ramos)