Crónica de Pedro Guerra en el Barakaldo Antzokia
Pedro Guerra presentó su último disco “30 años” el 21 de Febrero en el Barakaldo Antzokia, un teatro pequeño pero con muy buena acústica.
Con una atmósfera de intimidad reflejado en un escenario en el le acompañaba solamente una mesa con un mantel y una lámpara y, en el suelo, una tela colorida con velas y una cesta con fruta que más adelante nos aclararía su significado. Pedro sentado en un taburete y con pies descalzos empezó a interpretar “Canciones” que hace mención entre otras a la canción “Ne me quitte pas” del cantautor Jacques Brel. Y es que con esa escenografía de luz tenue y con la simpatía que le caracteriza a este canario, parecía que el concierto se celebraba en el salón de su casa rodeado de amigos o por lo menos eso nos hizo sentir al público. Habló de su padre Pedro Guerra Cabrera, político canario y contó una anécdota divertida sobre la pronunciación de su pueblo Güímar. Después de “Papá cantó” y “Siete puertas” vinieron “Raíz” y “Daniela”.
Tuvo palabras para “Taller Canario” el grupo musical donde empezó su carrera. Interpretó “Nadie sabe” una canción que Ana Belén le propuso para que ella la cantara. Después fue “Caperucita roja” y luego se acordó de lo difícil que fueron los 80 para la canción de autor y del “Café Libertad 8” donde tocaba cuando se traslado a Madrid. De este café salieron muchos de los cantautores que conocemos y Pedro quiso homenajearlo con “Pasa”. Tocó “La paloma” con su primer instrumento, una mandolina que encargo arreglar a un luthier. Mencionó al poeta asturiano Ángel González con el que editó el libro disco “La palabra en el aire”. De ese mismo disco es la canción “Así nunca volvió a ser” que interpretó. Luego vino “Lara”, canción dedicada a la hija de su pareja y seguido “Debajo del puente” una de las canciones más conocidas del cantautor. En “Ofrenda” habló de su primer viaje a América, nos enseño el decorado del escenario con las velas y explicó que era un altar que ofrecen los mexicanos a sus seres queridos fallecidos, una tradición que abarca rasgos culturales indígenas.
Luego vino “Mariposa monarca” y con ella una denuncia de los hechos ocurridos en Ceuta con los inmigrantes. “El viaje” y como no podía faltar “Contamíname” la canción que hizo famosos a Ana Belén y Víctor Manuel. Con su timple, un instrumento de cinco cuerdas de origen canario interpretó “La vasija de barro”. Con “Deseo” y “Mar de Mármara” vino también “El marido de la peluquera”. Y para terminar “Cuando Pedro llegó”. Fue una noche cargada de anécdotas curiosas y sobre todo de muy buena música y es que Pedro no necesita más que una guitarra y su voz dulce para poder transmitir sus sensaciones y vivencias.
Aquí tenéis el vídeo de Pedro Guerra en el Barakaldo Antzokia, con los temas “Papá cantó”, “Siete puertas”, “Debajo del puente” y «Contamíname» y aquí el videoclip de Ofrenda: