Crónica de Mark Knopfler en la Plaza de Toros de Bilbao
Mark Knopfler regresó el 30 de Julio, dentro de su gira por la península en Julio, a la Plaza de Toros de Vista Alegre (Bilbao), mismo lugar del mítico concierto de la última gira que hizo con su banda Dire Straits en 1992, con Cañizares de teloneros, poco antes de su disolución.
Y a pesar de que las comparaciones son odiosas, el tiempo no pasa en balde y lo que hace 18 años fue un concierto rockero en toda regla, se transformó este 30 de Julio en una especie de show íntimo de folk-rock por parte de un buen guitarrista (que lo es) sentado en una banqueta, acompañado de unos mercenarios (como el violinista John McCusker o el flautista Mike McGoldrick) que tampoco desmerecieron, todo hay que decirlo.
Y entre los 6.500 espectadores que presenciaron (absolutamente todos sentados), este último retorno del escocés (Bilbao ya es una parada obligada en todas sus giras) habrá opiniones para todos los gustos, pero lo cierto es que los aplausos fueron recurrentes.
En el set list solo hizo hueco para 2 temas nuevos de Get Lucky (el primero y el último) e incluyó 5 temas del grupo que le lanzó a la fama, lo cual es de agradecer. Aquí lo tenéis al completo:
1. Border Reiver
2. What It Is
3. Sailing to Philadelphia
4. Coyote
5. Hill Farmer’s Blues
6. Romeo And Juliet (Dire Straits)
7. Sultans of Swing (Dire Straits)
8. Done With Bonaparte
9. Marbletown
10. Speedway at Nazareth
11. Telegraph Road (Dire Straits)
12. Brothers in Arms (Dire Straits)
13. So Far Away (Dire Straits)
14. Encore: Piper to the End
Fueron 2 horas casi cronometradas, al final de las cuales ya se podía comprar a la salida el concierto íntegro: los mp3 en una memoria USB al precio de 25€, además de todo tipo de camisetas (las «piratas» a 10€), que si los sumamos a los precios de la entrada de 44, 51 y 54 Euros (gastos de distribución no incluidos) nos da como resultado un engranaje comercial bien engrasado para esta máquina de hacer dinero.
Claro que los gastos no se quedan atras: 40.000 € cuesta montar y desmontar un escenario cuatriplicado (éste vino desde Córdoba, el de Murcia a Madrid, Barcelona-A Coruña y Lisboa-Avila) a base de un mecano bastante complejo de bolas y barras, estilo magneto pero atornillado, que se tarda más de 2 días en montar y 18 horas ininterrumpidas en desmontar, por un equipo local de al menos 15 personas, si no se rajan como en Córdoba… ¡»porque hacia mucho calor»!
Y eso que este escenario no está fabricado «ah-hoc» como otros que hace la empresa belga Stageco (para The Rolling Stones, U2, Bon Jovi, Bruce Springsteen, AC/DC, Coldplay…) y se puede adaptar a las diferentes dimensiones de los recintos.
Aquí os pongo uno de sus videoclips, el que les proporcionó el sobrenombre de Sultanes del Swing, y que tocó en mitad del repertorio: