Crónica de José Luis Perales en el Euskalduna de Bilbao
Tras varios aplazamientos, por fin, el 27 de Diciembre José Luis Perales daba el primero de los dos conciertos previstos en el Euskalduna de Bilbao, que a la postre serÃa el primero y el último ya que al dÃa siguiente cambiaron drásticamente las medidas Covid.
El palacio mostró un lleno vigoroso (aunque quedaba alguna butaca suelta sin ocupar) con un precio de las localidades hasta de 81 euros (butaca de patio).
En «Baladas para una despedida» José Luis Perales (a escasos dÃas de cumplir los 77 años) anunciaba su adiós a los escenarios dando un repaso a toda su trayectoria.
Activo desde 1967, los primeros años solo componÃa para otros intérpretes. Su debut «Mis canciones» no llegó hasta 1973.
En su haber más de 100 discos de oro y platino, más de 55 millones de discos vendidos y más de 510 canciones registradas en la S.G.A.E.
El cantautor estuvo acompañado por siete competentes músicos. El escenario se asemejaba al de una discoteca de las de antes debido a las lÃneas de luces rojas que emergÃan desde el suelo. Dos plataformas ligeramente elevadas daban cabida a la casi totalidad de la banda. A la izquierda, baterÃa, bajista y saxo; a la derecha, los dos guitarristas y la percusión. Por delante, a ras del suelo en el lateral izquierdo el pianista y en el plano central nuestro artista de Cuenca.
El sonido fue muy claro y nÃtido, los visuales muy llamativos con abundancia de paisajes fluviales, la banda no estuvo para nada relegada a la voz del maestro, cobraba entidad propia.
El recorrido de la obra estuvo muy bien definido. Tuvo cobijo para composiciones que fueron destinadas para otros artistas como Mocedades y su «Le llamaban loca», la extraordinaria y archiconocida «Porque te vas» que popularizó Jeanette (versionada por más de 40 artistas) y que Carlos Saura tuvo el acierto de incluirla en su film «CrÃa cuervos». A Isabel Pantoja la compuso todo un álbum entero «Marinero de luces» y de ahà eligió «Pensando en ti», de Raphael «Frente al espejo».
En un momento dado, la banda abandona el escenario y Perales acompañado únicamente por una guitarra que acaricia con tacto y delicadeza nos regala un instante intimo con «Que no darÃa yo» que compuso para la inmensa voz de RocÃo Jurado.
En «Gente maravillosa» hizo mención a como se relacionaban los jóvenes antes de la Era Internet, con anuncios en el periódico para obtener citas y todo eso, «Que canten los niños» un himno dedicado a la lucha de la edad infantil, posteriormente llega el turno a «Balada para una despedida» y los ocho oficiantes se retiran del escenario, aún guardaban la guinda del espectáculo.
En la terna del primer bis de auténtico lujo cayeron tres de las composiciones más emblemáticas de la historia de la música española «Un velero llamado Libertad», «¿Y cómo es él?» y «Te quiero», canciones publicadas entre 1979 y 1982. Las ovaciones retumbaron hasta el exterior.
Volvió a salir el artÃfice de la noche que todavÃa retenÃa una última sorpresa y de nuevo él solo a la guitarra nos recreó con un tema compuesto para la ocasión «Me iré calladamente». De 24 piezas contó el show ejecutadas prácticamente en dos horas. Nos informó que no realizará más giras pero que continuará componiendo cuando le dicte el corazón, atenderá los cuidados de su querido huerto y verá crecer con sumo detalle a sus cuatro nietos.
(Texto: Iñaki Gallardo)