Crónica de «Hay poco Rock and Roll» en el Kafe Antzokia de Bilbao
La vida se divide entre los que creen que las penas se pasan en casa en solitario o en un concierto rodeado de buena compañía. Si eres de los del segundo grupo, estás de enhorabuena porque otro viernes más recorremos la capital vizcaína en busca de la mejor música en un ambiente fastuoso. En este caso, echamos el freno en el céntrico Kafe Antzokia de Bilbao donde «Hay poco Rock and Roll», una tripleta de tributos madrileños al rock hispano han colgado, tanto hoy como mañana, el cartel de entradas agotadas. El aforo de 695 personas del que consta el centro cultural vasco se queda pequeño pese a que el precio del papel asciende a 15 euros en taquilla y 12 de manera anticipada.
El modus operandi del show muy sencillo, tres mini conciertos de cincuenta minutos de duración y en medio diez de descanso para dar inicio a las diez de la noche y finalizar casi a la una de la madrugada. El orden de salida, Triscando en la hierba, Bribriblibli y Los platero. ¿Estás preparad@?
Como acabas de leer, los primeros en romper el hielo son el grupo tributo a Marea. Con Isma a la voz y rodeado de la banda que estará sin cesar en las tres actuaciones (Juampe a la batería, Saúl al bajo y Gonzo y Jose en las guitarras), el grupo basa su actuación en éxitos de los tres primeros trabajos de los navarros (La patera de 1999, Revolcón de 2000 y Besos de perro de 2002). De esta manera, sonidos tan reconocidos como “Manuela canta saetas”, tema con el que comienzan, “En tu agujero” o “A la mierda primavera” son coreados “a grito pelao” por los cientos de amantes al rock que han asistido, que además, si ya desde arriba les piden ayuda como con “La luna me sabe a poco”, te puedes imaginar lo cerca que estuvo el Antzoki de venirse abajo. Hasta la calabaza Ruperta con artritis le hubiera dado bien al baile. Finalmente, y por no citar todo el setlist, destacar “Trasegando” (mi favorita), “El perro verde” y “Marea”, con la que aplican el colofón bien alto. Y ésto, no es más que el principio.
Tras el pertinente descanso, Bribriblibli, tributo a los extremeños de Plasencia, Extremoduro. Turno de micrófono para Juan Carlos y para abrir boca “Jesucristo García” para de seguido pasar a “A fuego”. Empiezan fuerte, muy fuerte. “La vereda de la puerta de atrás”, “Quemando tus recuerdos”, “Golfa” y “Puta”, donde llega el momento gracioso de la noche con una mínima colada en una estrofa, son otros de los himnos que, durante su casi hora, hacen la delicia de un público entregado a la buena música que no hace tantos años se hacía. El rock ha vuelto para quedarse en el número dos de la calle San Vicente. A ver quién es el valiente que pone de extranjis una de reguetón.
Y para finalizar y después de una visita a la barra, Los platero, que no hace falta ser muy lince para adivinar que tributan a los vascos Platero y tú. Con Sergio Olalla (Salida nula, Gato López) de Vallecas, haciendo las veces del gran Fito Cabrales, se escuchan las primeras notas de “Hay poco rock and roll”. El del grupo bilbaíno es probablemente, el homenaje más esperado de la noche y no va a defraudar para nada. “Cigarrito”, “Voy a acabar borracho” y “Tras la barra”, no hay tregua. En el escenario entregados al público y viceversa y todavía queda la guinda del pastel. “Juliette”, “Mari Madalenas” y “El roce de tu cuerpo”. Éxtasis total. Un mila esker es el preludio del gran final con los siete protagonistas de la noche (banda más cantantes) juntos con el tema “Ama, ama y ensancha el alma”, riff de Los Suaves incluido. Sin duda, un remate espectacular que desde abajo se agradece con un gran puñado de aplausos.
Charlas y fotos con fans y en los altavoces “Esta es una noche de Rock & Roll” de Barricada. No hay más que rascar por aquí. Mi ética profesional no me permite exponer la agrupación que menos me ha agradado, pero sí puedo redactar que los cultos a Platero y Marea me han complacido (guiño, guiño). Pero bueno, a fin de cuentas, para gustos los colores.
Hasta otra musikotatubers.
(Texto: @vitxu31)