Crónica de Generación Tocata en el Bilbao Arena
Generación Tocata 80’s en el Bilbao Arena de Miribilla: Un fiestón ochentero que nos devolvió al pasado
Si creías que los 80 estaban enterrados bajo capas de reguetón y autotune… ¡ERROR! El Bilbao Arena se convirtió en una máquina del tiempo con dirección directa a la época de hombreras imposibles, cardados épicos y ritmos que siguen poniendo a bailar hasta al más rancio. Generación Tocata no fue un simple festival: fue un aquelarre de nostalgia, una oda a la época dorada del pop y una excusa perfecta para desgañitarse con temazos legendarios.
El desfile de estrellas
La tarde arrancó con el incombustible Javier Ussía, maestro de ceremonias y encargado de calentar motores (y cuerdas vocales). Luego, Tony Miranda nos trajo ese sabor inconfundible de los años dorados de la radio.
El primero en romper el hielo fue Javier Andreu (La Frontera), que nos puso a corear «El límite». Le siguió Javier Ojeda (Danza Invisible), que desató la locura con «Sabor de amor». La Guardia nos recordó que «Cuando brille el sol» seguimos sintiéndonos jóvenes, mientras que el inimitable Javier Ussía nos transportó a su jungla musical.
El ritmo siguió con el icónico dúo Baccara, que nos hizo menear las caderas con «Sorry, I’m a Lady». Después, llegó la energía arrolladora de Vicky Larraz, ex de Olé Olé, que nos dejó sin aliento con «Bravo Samurai». Kaoma, con su inconfundible lambada, convirtió el recinto en una pista de baile brasileña.
Y en ese momento, el Bilbao Arena se vino abajo con Fiordaliso, que nos hizo cantar a pleno pulmón u inolvidable «Yo no te pido la luna». Porque sí, la pedimos, la gritamos y la coreamos como si fuera la última canción de nuestras vidas.
Baile, sudor y cambios de vestuario a velocidad supersónica
Mención especial al cuerpo de baile, compuesto por chicos y chicas de Bizkaia, que acompañaron a los artistas con una profesionalidad impecable. No solo se marcaron coreografías espectaculares, sino que lograron hacer cambios de ropa a la velocidad de la luz, transformándose en cada actuación como auténticos camaleones del escenario. ¡Chapó para ellos!
El subidón en su punto álgido
Gonzalo puso el toque romántico con su inconfundible estilo, y cuando Azul y Negro apareció en escena con su mítico «Me estoy volviendo loco», los sintetizadores nos hicieron sentir en un capítulo de “El Coche Fantástico”.
Iván nos devolvió la fe en los estribillos pegadizos con «Fotonovela», Katrina (sin The Waves), nos llevó de viaje con «Walking on Sunshine», y los Gibson Brothers hicieron que todo el mundo moviera los pies con «Cuba».
La noche avanzaba, las gargantas se resentían y las piernas pedían tregua, pero todavía quedaban los pesos pesados. P. Lion aportó su toque especial antes de que Fancy entrara en acción con «Bolero (Hold Me in Your Arms)». Y entonces llegó ella… la diva, la diosa, la reina del escándalo ochentero: Samantha Fox, que desató la locura con «Touch Me».
Pero si alguien sabe cerrar una fiesta por todo lo alto, ese es Boney M., que con su «Rivers of Babylon», «Daddy Cool» y un derroche de energía, nos dejó en un éxtasis musical que ni la mejor sesión de DJ de Ibiza podría igualar.
Conclusión: Los 80 no han muerto, están más vivos que nunca
Si algo ha quedado claro es que el Generación Tocata no es un festival, es una ceremonia de resurrección del mejor pop de los 80. Y visto el ambientazo en Bilbao Arena, podemos decir sin miedo que la nostalgia vende… ¡y cómo! Ahora solo queda esperar al año que viene, entrenar las piernas y preparar la voz, porque esto no ha hecho más que empezar.
¿Te lo perdiste? No te preocupes, en Musikota.com seguimos al pie del cañón para traerte toda la actualidad musical. ¡Nos vemos en la próxima!
(Texto: Iker García)