Crónica de Coque Malla en el Campo de Fútbol de Laredo
El ex-lider de Los Ronaldos ofreció el pasado sábado 7 de Agosto una actuación sobria y serena en el marco del Campo de Fútbol de Laredo. Tras un día desapacible con algún intervalo de lluvia, finalmente la climatología respetó la hora señalada del evento.
Con unos diez minutos de demora que se pueden considerar de cortesía salió Coque Malla al escenario secundado por cuatro músicos ataviados de negro, muy elegantes todos ellos.
Con ritmo pausado pero siempre avanzando fueron desgranando composiciones firmes con una bella melodía, con buen pulso y buen talante. Puedo afirmar que no hubo canción mala ni de relleno, cada una de ellas penetró en mayor o en menor medida en el subconsciente del respetable.
Su último trabajo en solitario es ¿Revolución? de 2019, cuya presentación le partió la Pandemia del coronavirus, aunque antes le dió tiempo a Coque Malla de presentarlo en el Teatro Arriaga de Bilbao, el 13 de Noviembre de ese año.
Coque fue intercalando sus nuevos y viejos temas de su carrera en solitario con los hits de Los Ronaldos, 4 en total llegó a interpretar, muy bien medidos, muy bien seleccionados.
Sobre el ecuador del recital cayó «No puedo vivir sin tí», la última gran composición de la banda madre que salió publicada en el EP titulado simplemente «4 canciones» (Subterfuge 2007), tras la Gira de Reunión del 2005, Los Ronaldos dijeron que no volverían a actuar en directo hasta tener nuevos temas. Efectivamente en 2007 lanzan al mercado este EP con 4 canciones nuevas volviendo a los escenarios.
No podía faltar «Guardalo» el primer hit de su primer Álbum, uno de mis LP’s favoritos de toda la década de los 80. Del 2º LP sonaron sus dos gran singles «Adiós papá» y «Por las noches» muy bien ejecutados por cierto.
Coque Malla estuvo la mar de complaciente durante toda la noche, habló cuando tuvo que hablar, permaneciendo callado cuando lo consideró pertinente.
El sonido fue limpio y nítido.
EL momento álgido de la velada fue cuando el artista madrileño se despegó del pie de micrófono y se puso delante del público a continuar el tema que estaba interpretando sin ningún tipo de amplificación, a capella, con la guitarra acústica a pelo y al cabo de un par de minutos sumaron sus voces sus dos escuderos (bajo y guitarra). Evidentemente las últimas filas no alcanzarían a oírle pero os puedo asegurar que nosotros le llegamos a escuchar perfectamente y unas cuantas filas más también, y eso que era en un recinto bien grande y al aire libre, todo un Estadio de Futbol.
La duración del bolo fue de una hora y media, aproximadamente, acorde al evento.
Pocas veces he visto tal unanimidad, con cada uno de los que hablé tras la finalización del espectáculo, manifestaron que «fue muy bueno o les gustó mucho»
(Texto: Iñaki Gallardo)