Crónica del BBK Bilbao Music Legends Fest 2023 en el Bilbao Arena
Inevitable comentar la nueva ubicación del Festival, ya que el año pasado no acudí: El enclave anterior era idílico, en eso estamos todos de acuerdo, sumado a que la mayoría de artistas eran leyendas de verdad y en muy pocos momentos se masificaba, siendo un paraíso para los fumadores. Ahora el BBK Bilbao Music Legends Fest 2023, en el Bilbao Arena, es un Festival más, uno de tantos, tiene lugar en recinto cerrado siendo verano, soportando durante varias horas un calor nada gratificante.
La cancelación de Canned Heat, se informó a última hora, yo creo que con algunas pocas llamadas telefónicas se podría haber traído a una de las muchas sólidas y solventes bandas locales de la Villa, en fin!!! Si hay un segundo escenario (Voodoo Child), por lo menos, tendría que tener cabida para todo el público que esté viendo el escenario principal.
No tuve buen día este sábado, dormí muy poco, salimos muy pronto de casa, presentación del libro «Todo lo que importa sucede en Bilbao» por Fernando Navarro en Power Records, comida en La Taberna de los Mundos…todo ello con un calor insufrible. Así que las primeras horas deambulé por el recinto, eso sí, viendo las actuaciones. No me dijeron gran cosa ni Luke Winslow-King, ni Lorelei Green, y encima por partida doble.
The Waterboys tampoco consiguieron atraparme, quizás fuera culpa mía debido al cansancio pero eso no fue ningún hándicap para que disfrutara al máximo con Chris Isaak, un verdadero lujo, elegancia y clase a partes iguales. Superó con creces al bolo del ARF en el cual apareció la lluvia como artista invitada y no nos abandonó durante casi toda la actuación.
El americano muy bien secundado ofreció un show señorial, muy pronto se bajó del escenario recorriendo todo el público, no percibí que llevara ningún segurata, solo una persona portando el cable o algo parecido, dió la vuelta al ruedo y se introdujo en la gran zona de la mesa de sonido subiendose a una plataforma, a mí me pareció glorioso, no hay muchos que lo hagan, mas bien todo lo contrario.
No tardó en caer su máximo hit, «Wicked Game» para mí una de las canciones más bellas escritas jamás que en algún fragmento se me asemeja bastante al «More than this» de los Roxy Music. David Lynch la incluyó en su «Corazón salvaje» con una sexy Laura Dern y un principiante Nicolás Cage.
Chris interpretó varias versiones, «Only The Lonely» de Roy Orbison, «Forever Blue» de Elvis Presley, el tema principal de la película «Pretty Woman», en castellano cantó «La Tumba Será El Final» de Flaco Jiménez… También cayó «Baby Did A Bad Bad Thing» la que aparece de fondo en la famosa e icónica escena de los espejos con Tom Cruise y Nicole Kidman en «Eyes Wide Shut», la obra póstuma de Stanley Kubrick. En la parte final se subieron a bailar un grupo de chicas del público, ninguna jovencita y lo hicieron con cierta gracia y mucha naturalidad. Previamente Chris Issak se había cambiado de atuendo y se había puesto un llamativo súper traje de espejos, tras interpretar una canción se tuvo que quitar la chaqueta que debía pesar lo suyo. Fue un bolo para enmarcar (no tanto como para englobarlo entre nuestros favoritos de todos los tiempos que conste).
Estábamos muy arriba cuando salió Nikki Lane y no hizo más que mantenernos en esa nube durante hora y pico más. La también americana de 39 años con una falda muy larga hasta los tobillos nos introdujo de lleno en el show desde el primer tema con ese country tan agradable de oír y de penetrar en los sentimientos. Contaba con una banda «local» de lujo de acompañamiento: Germán Salto, Pere Mallen (músico de Julián Maeso), nuestro querido Jokin Solaberria (Sotomonte) al bajo y el batería de Ángel Stanich.
Al igual que Issak, Nikki se cambió de vestimenta, dejó aparcada la super falda en el camerino y se puso algo mucho más ligero y cómodo, unos pantaloncillos cortos luciendo una figura muy sexy, el nivel musical no bajó en ningún momento.
Aguantó numeroso público hasta el final. El balance final de la jornada fue extraordinario, Chris y Nikki tuvieron la culpa de ello (y The Waterboys para una gran mayoría).
(Texto de Iñaki Gallardo)