Crónica de Band Jovi en el Kafe Antzokia de Bilbao
Sábado 7 de Diciembre y la cita es en el Kafe Antzokia con Band Jovi, la banda tributo al cantante de Sayreville, Bon Jovi. Formados a mediados de 2012 y en pleno inicio de gira, el grupo está a punto de regalar un espectáculo de dos horas de duración.
Con una puntualidad británica y un aforo a reventar que ha pagado sus 15 euros en taquilla o en su defecto 12 de manera anticipada, comienzan fuerte con “Have a nice day” y “Runaway”, de largo dos de los temas más conocidos por el público en general de Bon Jovi.
Turno de la presentación del concierto en la que reconocen que hace año y medio que no pasan por Vizcaya y sin descanso “Someday I´ll be Saturday night”.
Hace veinte minutos del inicio y aún hay gente que accede al recinto intentando llegar lo más cerca del escenario con escaso éxito. Hay que ser más previsor y salir con más tiempo de casa.
Esto va cogiendo forma. “Blood on blood” y “Bed of roses” son las siguientes. Precisamente con esta última el público comienza a deslizar las manos de un lado a otro y cantar a coro, signo inequívoco de que ya ha perdido su apocamiento.
No todo puede ser perfecto y en las primeras filas hay una pequeña discusión que realmente no pasa a mayores. Es imposible estar todos contentos con poco espacio que nos toca. Con la siguiente canción ya está olvidado.
Justo en el ecuador es el momento de la típica presentación componente a componente. Uno a uno reciben un merecido aplauso: Dani Pérez, Dani Vicente, Jorge Sánchez, Igor Cerain e Ivan Román.
Oportunidad para la balada por excelencia de los norteamericanos, “Always”. El último que levante el móvil para grabar el himno paga la siguiente ronda y con “Keep the faith” llegamos al falso final de la velada.
Quedan dos tandas de canciones para terminar. Un set acústico compuesto por “This aint a love song”, “These days” y “Wanted” y los propios bises para finalizar en lo más alto, “It´s my life”, “You give love” y “Living on a prayer”.
El reloj no engaña, casi la una de la madrugada y tras un cañonazo (lluvia de papelitos incluida), no hay más. Por cierto, llamen a la ambulancia que el susto que se ha llevado más de uno es de infarto de miocardio mínimo.
Aplausos finales, fotos y parafernalia diversa. Se baja el telón. No hay más. Más allá del encasillamiento de tributos de Bon Jovi que estoy padeciendo por parte de mi jefe, show más que digno de una banda ya asentada en esto de la música con un buen nutrido grupo de seguidores que cantan, bailan y olvidan sus problemas durante dos horas, que se agradece un montón.
Próximos conciertos confirmados, viernes 27 de Diciembre en la sala Urban rock concept de Vitoria y al día siguiente en Oviedo, sala Sir Laurens.
(Texto: @vitxu31)
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