Crónica de Alejandro Sanz en el BEC de Barakaldo
En 1998, no sé como, una copia pirata del «Más» llegó a mi poder, habÃa salido en Septiembre del año anterior convirtiéndose en todo un fenómeno de masas y en el disco más vendido de la historia en España (sobre millón y medio de copias, entre 5 y 6 millones a nivel internacional).
En el 2000 volvieron a grabarme su siguiente trabajo «El alma al aire». La culminación fue cuando le vi en la Plaza de Toros de Bilbao en 2003/2004 en la presentación de «No es lo mismo». A partir de ahà me alejé del cantautor madrileño hasta que el pasado sábado 16 de Julio tuve la oportunidad de volverle a ver casi veinte años después.
En un principio, el concierto estaba previsto en Kobetamendi (dentro de la Gira «Sanz en Vivo» aplazada desde hacÃa un par de años) aprovechando la infraestructura del Bilbao bbk Live, pero unos dÃas antes se anunció el cambio de ubicación al B.E.C.
Las inmediaciones del recinto estaban abarrotadas por presencia femenina, estimo que el porcentaje serÃa algo más del 80%, cuadrillas enteras de cuarentonas y cincuentonas (también las habÃa más jovencitas, claro está) guardaban cola para entrar que por cierto fue bastante fluida. El Pabellon 2 estaba a reventar, las 15.000 personas que lo llenaban esperaron con ansia los ocho minutos de demora hasta que sonó la Intro para dar paso a «No es lo mismo». Alejandro llevaba un estiloso traje rojo o quizás fuera granate. Desde las gradas pude apreciar un telepronter donde se podÃa apoyar para leer las letras y contaba con una numerosa banda en la cual dominaban las mujeres. Tres coristas (una de ellas también tocaba la trompeta), baterÃa y bajo chicas, percusión, dos pianos manejados uno por cada sexo y tres guitarristas.
No tardó en empezar a presentar a la banda pero lo hizo despacio y dedicó varias canciones a hacerlo.
El madrileño se mostró cordial en todo momento, habló lo justo y llego a declarar que él habla poco… en el escenario, tuvo que especificar porque en la intimidad si se explaya y que intenta ser original cuando se dirige al público, no es fácil pero «siempre digo algo diferente». Tampoco estuvo muy dinámico, se movió lo estrictamente necesario y el baile brilló por su ausencia.
Debido a los tres Medley que hizo y a varias canciones encadenadas pudo tener cabida en el set-list numerosos temas que de otro modo no hubieran entrado.
«Amiga mÃa», «Y, ¿si fuera ella?» creo que hubieran merecido interpretarse completas y no formar parte de sendos popurrÃs.
Por contra, en las canciones concadenadas el tiempo dedicado a cada una de ellas era mayor.
En la primera parte del espectáculo, la corista Karina se situó delante del escenario para cantar con el maestro «Looking for Paradise».
Minutos después, el cantautor se sentó con las otras dos coristas restantes en una pequeña estructura que simulaba una especie de grada para interpretar «Iba», a ésta le sucedió una de mis favoritas «Cuando nadie me ve»
Cuando Alejandro Sanz cogÃa la guitarra, llegaba a haber hasta cuatro guitarristas, hecho muy poco inusual.
Por fin le tocó el turno a «Corazón partió» y no noté un exceso delirio por parte de las fans, para despedirse con «Hoy no estás».
La primera del bis «Viviendo deprisa» fue muy bien recibida, a continuación con «¿Lo ves?» se produjo un momento Ãntimo, Alejandro el sólo en escena tocando el piano.
Para finalizar con el tercer Medley de la noche que incluÃa «Y, Si fuera ella ?».
Hubo otro momento en el cual Karina volvió a tener protagonismo cantando con Sanz pero no me acuerdo en que tema fue.
El sonido no era demasiado bueno, la puesta en escena no era muy boyante, exceptuando las pantallas gigantes, que yo suelo evitar a toda costa, no habÃa mucha parafernalia que distrajese al público y restara atención a las canciones que era lo realmente importante.
Las dos horas y cinco minutos del show se me hicieron amenas y para nada largas.
(Texto y fotos: Iñaki Gallardo)